Mi proyecto como artista urbano me ha sido muy útil para alcanzar nuevos horizontes, encontrar nuevas vías de experimentación y razones para aplicar y llevar a cabo ideas menos comunes.

En este caso trabajé de alguna manera el diseño de guerrilla. Consiste en una pequeña performance con la que busco interactuar activamente con el medio y el receptor. Es así que nace este proyecto: Sencillo, accesible y para todxs. La idea de convertir el espacio urbano en un lugar mejor e interesante más allá de los medios cliché.

Las piezas son colocadas en lugares de alto contraste visual. Su acabado de postimpresión obliga al receptor a sentirse atraído por los colores reflectantes  ya curiosear el objeto. Acercando así a publico de fuera del grafiti a interactuar con el medio; consiguiendo así que sea una pieza postgraffiti. 

En el interior de la píldora, como la leyenda del reverso de la tarjeta indica, podemos encontrar una mezcla de semillas.

El resultado buscado es que el receptor plante estas semillas o las comparta.

Finalmente las tarjetas giran entorno  una idea más ecológica y tanto el papel, como el mismo envoltorio de la píldora son biodegradables. Esta última se disuelve con el agua.

Los resultados de la tarjeta giran entorno al lugar que haya sido colocada. Influyen mucho los barrios, días de la semana y presupuesto quien la encuentre.